Poema de Corina Maruzza

 

Bosque

 

Las flores son escasas cuando el bosque es una cueva oscura.

LUCÍA DORIN 

 

había una vez el bosque

 

verde fulminante

fluorescente azul celeste

aterido de relieves

árboles añosos

de cemento

excremento

 

no un bosque

condenado

de locos y pobres

sino de pobres

y locas

 

pájaros sobrevivientes

intramuros

un temblor vertido

en cada astilla

ser ojos

 

menuda intersección un bosque

piedras enquistadas

camas

agujas

palabras

palabras

 

había una vez las preguntas

cuerdas

arrastradas

arrasadas

atrasadas

arcadas

 

había una vez el psiquiatra

seductor de cartapesta

con sueños rancios

de felatio

 

adentro afuera infame

había un bosque

férrea voluntad de la intemperie

cultivo entredicho delata

mal entendido

 

inanimada desdicha un bosque

fármaco tradición

blíster bífido de los insomnios

de tu voz que humea

contradicción

 

no el bosque

desmantelarlo

dar de baja

desmontar

lo galeno atroz

 

ya desenroscar su calesita

en transferencia

sus cadalcitos descalzas

que no sigan

poniéndola

en el bosque

 

sí

me lo dijo

sí, yo lo dije

 

vaya a saber qué tipo de amistad

se cuece en lonjas de la voz que

talada

no alumbra

chispa de guardia sanguijuela

ríese banquina el esternón

 

escucha

la escucha

covacha

cruje queda

 

bosque trae acometida

la clamada loba

desdentada presa

inter nada

 

había una vez un bosque

frondoso de cronificadas

no es increíble que florezca

maravilla entre los arbustos

entre los abusos

 

un gesto huí

alguien perdió

el zapatito

en el techo del intento

 

nada retiene el flujo

 

© Corina Maruzza