Poema de Carlos Morteo
Lo que no se ve
la huella de unos dolores
es la sangre que queda en ese banco
los amores no dejan ningún vestigio en esa plaza
sus pisadas quedan en los versos
las sangradas los
huesos rotos
son heridas entendibles
expuestas
la plaza no habla de lo que no ve
no tiene tiempo de limitarse en conjeturas
da cobijo a los desamores
en las
frondas oscuras de los árboles
sabe que
en su auxilio llegarán los versos
deja que se muestren el amor
de las
madres y los niños
de los
noviazgos
de los
perros por correr y ladrar
del
espacio
de las
protestas y sus gritos desesperados
pero no puede enseñar lo que no ve
y entrega
sus bancos
© Carlos Morteo
Etiquetas: Carlos Morteo
3 comentarios:
Los maravillosos bancos de las plazas que, como las estatuas y los árboles son silenciosos testigos de la vida.
Bellísimo poema, Carlos.
Alicia Márquez
Muy sugerente esa person8ficacion de las plazas y sus bancos. Saludos
Si hablaran los bancos...muy bueno Carlos. Abrazo Graciela Barbero
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