Texto de Sebastián Jaka
TIERNA VACA
Ahí yace la tierna vaca enterrada emputrecida.
Los días crecen ahí donde la vaca pasta y bostea la muerte
blanca de la vaca.
Los enjambres se arraciman como frutos tierna vaca
y el hombre anda desnudo erectado de pies y manos y médula y
el ánfora y el golpe de hacha materno que le dio por fin la vida, tierna vaca.
Acaso los molinos te celebren en el viento
y un rumor de acacias te traiga un hálito de estrellas y
planetas, lentejuelas
Porque ahora todo es cielo y todo es tuyo, tierna vaca.
Todo el cielo y el gaucho enamorado que mea en los alambres
los yuyales
los postreros días jóvenes de la dicha y el esperma que
hacían girar la rueda de molino de las horas, tierna vaca.
Todo es joven en tu muerte, tierna vaca.
Todo anda renacido y como enjuto y en sí mismo
y es mi huella la que busco en tu cuerno alucinado tierna
vaca
porque lo que amamos yace en tu memoria allí enterrado
como el oro en las encías de los muertos.
© Sebastián Jaka
Etiquetas: Sebastián Jaka
1 comentarios:
Excelente por sus palabras y sentencias cuidadas tu destacado poema Sebastián. Con su remate perfecto me recuerda a otro, también de "vacas" del gran Raúl Zurita.
Qué bueno que "Una tierna vaca" o "Toros al sol" disparen pensamientos e imágenes poéticas profundas como las que presentás. Alfredo Lemon desde Córdoba
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