18/11/24

Poema de Luis Bacigalupo

 

 

antes de que el acróbata

 

se arroje al vacío

habrá de quitarse

meticulosamente

la corbata y

como la lluvia

renunciar a su obsesión

a la maldita impericia

de un imperativo

antediluviano

 

la lengua se anuda al calor de la brasa

pero el piróbata sabe responder

a la ampolla del arco del pie

disimulando el ardor con pudor

no como lo haría en tal caso un bonzo

 

que se precipiten pues las lluvias de enero

sobre las escarpaduras de mis sienes

y que el sol de julio por venir

entibie el aire desde las

nueve a más tardar

hasta las dieciocho

 

es un deseo que invade al igual

que las corbatas tejidas a mano

los límites del sentido común

y el mal gusto propio de

los pavos reales

 

© Luis Bacigalupo

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