10/10/24

Poema de Daniel Casas Salicone

 

 

El bisabuelo insistía con que había nacido en Segrob

Nunca jamás pudimos encontrar

esa ciudad en ningún mapa

Ni ese ni ningún nombre aproximado

Revisamos los cinco continentes

con agobiante minucia

desistiendo de antemano de las enciclopedias virtuales

Los doce tomos de la británica

y los cinco del diccionario enciclopédico El Ateneo

estuvieron sobre la mesa de trabajo

durante extenuantes meses

Volverlos a sus anaqueles hubiera sido una forma

de abandonar la partida

Renunciar al tedio

impuesto por las horas de revisión de cartografías

en las bibliotecas y complejos históricos

también

Pero la perdimos

y el bisabuelo ya no está

Y aunque estuviera

nadie podría correrlo de su aseveración

Recordaba un pueblo extraño

de arquitectura laberíntica

una recova

fronteras arrabalescas infranqueables

muchas sombras de noche

piedras en valles atestados de piedras

y el mar

El mar

ese reo blanchardiano

que traga tierras prometidas

y rompe estilos

eternamente.

 

© Daniel Casas Salicone

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1 comentarios:

Blogger Olga Liliana ha dicho...

Bellísimo poema. Me encantó, Daniel. Los ancestros tienen esa magia capaz de crear mundos que no figuran en ninguna enciclopedia. De esos mundos se compone nuestra historia. Abrazo!

10 de octubre de 2024, 23:41  

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