CÉNTIMO
Mudarme
a la inflexión de tu cayado
y deslizar por él
hasta el
fondo de mi risa. Acometer con decisión taurina
la del celoso Sol que desafió a tu Luna
contra la terca cita innecesaria; acometer sin memorándum visto
como
en mi tierra linda.
Cuelgo
la sonrisa del perchero y ¡ya está el horno encendido!
Algo irá a haber, después vemos. Me mudaré de piel
dejaré un poco en el umbral toda una noche
a ver si en la mañana la descubro
más tibia y cadenciosa que las piernas
mixturadas de un bolero.
Me mudaré a tus ojos
el día en que el pubis de todos los volcanes
estalle de poesía
y
de fiebre.
Me mudaré
como un céntimo
a un rincón de tu bolsillo,
para que puedas tamborilearme el mundo
apenas con
un dedo.
Y estaré en el fondo de tu sed, gozando
el relax del mar que entra por tus ojos
mientras soy tiempo.
Sonrío feliz. La cercanía
de tu virilidad se inflama y le apoyo mi mejilla
del otro lado de la tela.
Me gusta ser
un valor invalidado. Son ciertas veces, ésos,
los que libran.
© Silvina Vuckovic
Esplendente Silvina. Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tu sensación, Alfredo Lemon. Muchas gracias, Gustavo, por tanto
EliminarSin palabras, lleno de lo que fosforece se siente este poema !!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Mir, hermoso comentario
EliminarMaravilloso como vos y todos tus poemas.Beso grande, Silvina.Patricia Graziadei
ResponderEliminarGracias miles, Patricia, abrazo
EliminarSilvina querida, contundencia en el alto voltaje de tu poema! Bravo!! ❤️🩹
ResponderEliminarMe encantó lo de alto voltaje, querida Noemí, gracias! Este Gustavo es un avivador de poesía que creíamos apagada. Gracias, Gus!!!!!!
EliminarLa mudanza como esperanza, como deseo de vida en todos sus registros. Abrazo, Silvina.
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