El crujir del mundo
es una molienda
en la que germina el pulso nuevo.
Una tregua en esta ausencia de sueños.
Condena perdonada
que amenaza con cumplirse.
Y los colectiveros vuelven a encender sus
máquinas.
El obrero prensa las baldosas en la fábrica.
El explotador reza para que la conciencia no
despierte.
Las mucamas atan su delantal diario.
El jugador vuelve a la ruleta pensando que hoy sí.
Un creyente se detiene ante las puertas de un
templo.
Tu cabeza ha dejado
un hueco perfumado en mi almohada.
La condena ha sido perdonada
un día más.
© Sergio Morán
Bienvenido Sergio a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenido Sergio. Bello poema.
ResponderEliminarMaria Gabriela Micolaucich
Buienvenido Sergio. Bello poema
ResponderEliminarBienvenido Sergio con tu magnífico poema descriptivo. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBienvenido, contándonos este crudo mundo y los que somos estos seres tan imperfectos. Gracias. Marta Comelli
ResponderEliminarMUY BUENO.
ResponderEliminarMuy interesante tu poema Sergio
ResponderEliminarGracias.
Ana Romano
Me gustó mucho tu poema Sergio!
ResponderEliminarBienvenido Sergio, cuántas sensaciones y escenarios. Muy logrado. Impecable. Muchos saludos
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile
Bienvenido Sergio! Hay muchas sensaciones, imágenes que dejan mucho. Gracias
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