NUBARRONES
Con una mirada distraída
llega a abstraerse en esa mancha carmesí
colgada en el tendal. Creyó saber
de que se trataba por las palabras
prenda o remera. Algo entendible
mientras lo cubría, copiando su torso
la curva de su espalda, el bifronte
declive de sus hombros. Ahora
es algo escurriéndose sin definición
entre los laberintos de su cerebro
goteando sobre interminables
inconclusiones. Esto se cruza
como un cúmulo de nubarrones
pasajeros por su cabeza, y se deshacen
tan fugazmente como llegaron.
© Néstor Alonso
Así son los nubarrones , gracias poeta .
ResponderEliminarComo siempre querido nestor admiración. Sebastian
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