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26/8/24

Poema de Mario Nosotti

 


Todo lo que bajaba en la palabra Adán me pertenece

como el primer paseo de hombre por un bosque

en la primera noche de verano. Mira el cielo estrellado,

el vidrio roto, piensa, cómo se fue mezclando uno en todo.

 

Me tomo el té, callado, primera vez que alguno toma

té. Unas nubes deshechas avanzan diligentes,

se enganchan en las ramas, los techos puntiagudos,

llenando de humedades transparentes, este símil edén.

 

Las copas de los árboles se alzan, como queriendo abrirse

a luces adivinas. Las casas, su luz atravesando las hojas

de las ramas, cada una es la forma que desciende

de la palabra Adán.

 

Cuando la oscuridad me apaña por lo bajo

el cielo se descubre: una explosión de esquirlas que

titilan heladas. Me veo en las sandalias que siguen sin orgullo

por la calle de arena. Son las pisadas viejas de

algo nuevo. Acaban de salir a la existencia por el mismo

agujero donde sale todo. Todavía no hay bosque, pueblo

costero, nada, siquiera parecido a un pedestal.

 

© Mario Nosotti

8 comentarios:

  1. Bienvenido Mario a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Diagramado el poema lo mejor que blogger me deja. Abz, Gus.

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  2. Muy bueno Mario Nosotti! Bienvenido!

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  3. En el pensamiento...las imágenes son testigos. Bienvenido!

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  4. Graciela Ballesteros26 de agosto de 2024, 17:35

    Bienvenido poeta. Aquí estaremos siempre leyendo tu voz poética. Hermoso y singular poema. ♥️🦋

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  5. Qué poema tan precioso de nuestro origen, bienvenido Mario Nosotti !!!

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  6. Bienvenido Mario, saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon

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  7. Impecable poema, un placer leerte. Gracias, Irene.

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  8. Bienvenido Mario! Gracias por tu palabra! Abrazos litorales!

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