20/7/24

Poema de Rubén Sebastián Melero

 


LEJOS

 

a 1180 km de aquí

me aguarda una casa

que todavía huele a las comidas de mi madre

una laguna que proyecta su imagen a caballo

un chihuahua que daba pinceladas de lengua

la incursión a las islas y los bancos de arena

la maravilla de los atardeceres

la fuente de la que mana el agua con que riego

las palabras que escribo

 

alucino el perfume de las mandarinas

el aleteo de los colibríes

el sol en la copa del yvyra- pyta

el laberinto de los camalotes

las fuentes y las flores de irupé

el aroma de las frutas del yatay

el vuelo de las garzas reales

la lluvia con olor a tortas fritas

 

la voz que me nombra con dulzura

el canto de las chicharras y los pájaros

un chamamé que aletea en el aire

un sapukai que parte en dos la noche

una mujer que canta en guaraní 

 

desde lejos escucho

las voces de mi tierra

y mi piel reproduce

las caricias del río

 

a veces me detienen

los caminos vallados

y de nada me sirven

mis alas si no llego

hasta el lugar que sueño

 

una ciudad recostada en el río

una plaza y un ficus centenario

una casa sencilla

la sombra de una parra

a 1180 km de aquí

 

© Rubén Sebastián Melero

Etiquetas:

8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Cuántas bellas imágenes Rubén!
esa casa que huele a las comidas de tu madre,
siento el calorcito del cariño

gracias!
norma starke

21 de julio de 2024, 17:59  
Anonymous Pauli ha dicho...

¡Cuánta nostalgia! ¡Y cuán bellamente expresada!

21 de julio de 2024, 21:40  
Blogger Carolina Brieux Olivera ha dicho...

La nostalgia es también poesía. Me llevaste a 1180 km, gracias!

22 de julio de 2024, 15:24  
Blogger Juan Miguel Idiazabal ha dicho...

Tuve la suerte de escuchar a Rubén recitar este poema y no sólo te hace hinchar el pecho con la nostalgia si estás o estuviste lejos de tu tierra y de los tuyos, sino que te hace lagrimear. Hermoso, y genial como siempre lo es Rubén

23 de julio de 2024, 11:42  
Blogger Susana de Iraola ha dicho...

Cuánta ternura en estas imágenes de añoranza! Belleza en la raíz del recuerdo.

24 de julio de 2024, 1:00  
Blogger claudia tejeda ha dicho...

cómo me gusta este poema, Rubén. Creo que el poema es esa casa viva que suaviza el tiempo y la distancia.
Abrazo
claudia

26 de julio de 2024, 20:58  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso y sentido poema. Conozco esa casa con olor a mandarinas y una madre tejiendo horas de amor. Sebastian Jorgi. Felicitaciones Rubén.

27 de julio de 2024, 21:16  
Anonymous Margarita Soto Frossard ha dicho...

Hermoso poema Rubén!!!

30 de julio de 2024, 8:33  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio