Poema de Luis Bacigalupo
llevo la corbata muy ajustada al cuello
de manera de no perder el dominio del aire
que respiro ni el raudal espeso de mis palabras
la escasez de ambos elementos interactuantes
en una huera, aunque ilustre conversación
me dispone a administrar mis recursos
con una mezquindad magnánima
tan parecida a la prudencia
es una corbata de ocasión que compré
en la carnicería del mercado municipal
donde colgaba sus atributos de un gancho
entre una untuosa pierna de cordero y unas
esmirriadas ristras de chorizos de cerdo
era blanca como el jazmín del Cabo
y casi tan inmaculada como una hostia
lucía entre la pierna y la ristra
radiante
virtuosa
repentina
conforme lucen
las epifanías
fue entonces que resolví la compra
ya que pronto había de tomar
mi Primera Comunión
desde entonces la cretina no se dignó
soltarme el cuello
desde entonces fui arrastrado a su antojo
sin compasión
como un perro sarnoso
y ciego
© Luis Bacigalupo
Etiquetas: Luis Bacigalupo
3 comentarios:
Luis, qué buen poema. La tristeza, la burla, la compasión. Un abrazo!
Me gustó mucho, gracias.
Anahí Duzevich Bezoz
Buenísimo tu poema Luis!! Abrazo
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