23/6/24

Poema de Eugenia Cabral

 

DIBUJAME el rostro con los dedos,

a través del vidrio que cae vertical, como llovizna.

 

Que tu deseo se permita el delicado anhelo

que provoca una bandera al izarse hasta la punta del mástil.

 

Dedicame un beso a través de esa metáfora de la pérdida

que representa el vidrio interpuesto entre dos personas.

 

Desde la silla donde espero a los amigos que se fueron,

te miraré embotada por la vigilia de haber inventado

un amante y una historia en ofrenda a Scheherezade.

 

Acariciame el rostro acuarelado tras la veladura del cristal,

con la palidez conveniente a la anticipación del recuerdo,

con ese necesario desleimiento de la imagen

para ser conservado sobre la repisa en potes esmerilados

-junto a postales de viaje, vasijas y caracolas-.

 

© Eugenia Cabral

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1 comentarios:

Anonymous susana szwarc ha dicho...

Eugenia, qué bueno este poema!

3 de julio de 2024, 18:52  

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