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19/5/24

Poema de Dardo Passadore

 


Flama

 

La miraba.

y cada corte de la llama

era una estocada 

sangrienta en la madera roja,

hipnótica y vil.

 

Así estaba.

Abstraído en

imágenes.

 

No hay parpadeo

ni ceños fruncidos.

 

Quizás un poco de candor

ante el beso de la muerte

 

© Dardo Passadore

3 comentarios:

  1. No hay parpadeo
    ni ceños fruncidos.
    Bello, Poeta querido!!
    Mirian Rosana Farias

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  2. Este poema te lleva casi sin querer a ese final. Abrazo!

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  3. Bellísimo! ardiente! Se lee sin parpadear!
    Abrazo

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