la casa sepultada bajo hojas y guías
de plantas trepadoras
un hogar en lo verde
de acceso restringido a colibríes
a palomas del monte
a pequeños insectos de abdomen irisado
allí duermo una siesta
que dura eternidades
el silencio amplifica
los pequeños sonidos
zumbido de abejorro
raudo batir de alas del mosquito
rascar de las patitas del ciempiés
aquí quiero quedarme
ajenarme del mundo
que se parte en cascotes
aislarme de adoquines
salpicados de sangre
no llega acá la niebla
desahuciada
y azul
con el último aliento del ahogado
© Águeda Franco
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