Poema de Rubén Capodaqua
Al
caer las cruces
el agua bendita se tornó sangre
Al abrir los brazos
voceando hacia la cúpula
los ángeles
como un enigma
se desprendieron de las sombrías alas
y un silencio gris
invadió el templo.
© Rubén Capodaqua
Etiquetas: Rubén Capodaqua
4 comentarios:
Gracias Gustavo ! Rubén
Gracias Gustavo un placer compartir en este espacio!
Hermoso poema!
Qué belleza este poema! Gracias poeta! Abrazos litorales!
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