LA HERIDA EN BLANCO
Nadie intente cerrarla con maquillaje de
años o crayón infantil. Y menos escribirla, porque crece al punto de olvidar
sus bordes. Ya no la ciñen vendas, ni el hilo alcanza. Mas tampoco hay vacío,
aire respirable. Es nada cruda y dura. Si hasta finge de veras sus pliegues y
matices. Finge también que ofende las yemas de los dedos o se agrava de todos,
siempre impuros. Y que será algún día más grande que nosotros.
© Daniel Gayoso
Durísimo texto, tan poético, imágenes muy bellas. Marta Comelli
ResponderEliminarUn poema con tu sello. Abrazo Dany.
ResponderEliminarFortísimo! Puntual. Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarAquí está la síntesis de un sentimiento, en su máxima expresión. Fantastico. Siempre insistía en mis talleres literarios..NO a la densidad textual. Fantastico ejemplo, poeta. Gracias desde Argentina
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