A veces me levanto
sin poder respirar
huesos son mis manos
que intentan moverse
en la espesura
de los días
hay olor rancio
se apodera de mí
aún así
tiran palabras
que arrojan mi cuerpo
al vacío
no no hablés
estate en silencio
son así compréndelos
el efecto normalizador
me despedaza
hace esto o aquello
vuelve otra vez.
Clavan una mirada
nada prístina
continuo quieta
el mar entra
en mi boca
con toda la sal
y mi voz quiere ser
un aullido
que desarme la pared.
© Cecilia Carballo
Qué hermoso. Gracias. Irene.
ResponderEliminarUn dolor que emana tolerancia y aceptació !!
ResponderEliminarGracias por los comentarios!!
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