Estos somos nosotros, en las fotos:
unos chicos que juegan en un mundo
ya esfumado.
Ahí la trampa de los años
se abre y suelta
como flores aéreas
todas aquellas cosas que no pueden cambiar;
lo que quedó encerrado
en ese recuadro brillante y arbitrario,
el movimiento
que en apariencia se detuvo,
pero que la inercia de la vida disparó
hacia una eternidad que se repliega y
desluce
sin rendirse. Allí está para siempre
mi hermana trepada al subibaja, otros dos
haciendo ronda mientras el tiempo está
quieto
y el muñeco de nieve,
que se derritió esa misma primavera,
permanece a mi lado
y estará seguramente allí
cuando ya no podamos recordarlo,
porque en las fotos el invierno
no se termina nunca.
© Alejandro Méndez
Casariego
la marca AMC, inconfundible: las fotos en las que vivimos, en las que permaneceremos vivos.
ResponderEliminarTu palabra en las fotos del instante y lo demás que transcurse siempre. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarHermoso poema Alejandro!
ResponderEliminarEs tan hermosa la melancolía de tu voz. Gracias poeta.
ResponderEliminar"Allí está para siempre"
ResponderEliminarY sí. Con esa frase, que es un sello, expresaste algo que nos convoca a todxs. Abrazo.