25/3/24

Poema de Mercedes Venturino

  


La vida natural


Una de las más bellas flores que se abren

bajo el sol,

tiene su anclaje en el barro

De la aparente agresividad de los cactus, espinados y defensivos, toscos y ásperos,

se abre la seducción de los colores

En el viento, sin el alimento que conocemos,

un fucsia se desangra

sobre el clavel del aire

O aparentando estar seca, muerta,

 la rosa de Jericó explota de su cadáver

 y se levanta,

bañada por las aguas del Mar Rojo,

o anunciando la lluvia inminente

Las estrellas,

 responsables en la voz de enamorados y poetas,

no terminan siendo más que polvo y gas, hidrógeno que estalla en brillo.

 Mas desde aquí, simples mortales,

enmudecemos bajo el poder de su luz

 y su guía,

la deslumbrante ruta de dibujo que sirvió al inca y al mapuche,

al marinero y al perdido

Porque perderse es todo un encuentro,

 todo un arte que sólo puede conocer

el que baja al infierno y vuelve

para contarlo

De ningún dolor reniego

Todos fueron sutiles arquitectos

de la mujer que soy

Y se sabe que no es magia,

que el dolor, por sí solo,

 no genera ningún descubrimiento

Más si hubo algo a lo que no renuncié

 ni renunciaré en la vida, es al saber

Saber, con lo simple que suena

la palabra saber

Y entonces aquí están mis manos

hurgando

bajo los escombros responsables

de esta pequeña mujer

Esta es la raíz del Sol

Llegue hasta aquí para contarlo

Llegue hasta aquí para seguir bailando

 

© Mercedes Venturino

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1 comentarios:

Anonymous Diana Annabell Espinal Meza ha dicho...

! Que hermoso poema! toca las fibras mas íntimas del alma.
Diana Annabell Espinal Meza.

28 de marzo de 2024, 9:14  

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