Y a pesar de todo
palpito con la tarde.
En ese fragmento del día
inscribo las ambiciones
de mañana.
Son puñados de esperanzas
que se lleva el ocaso
y en su refugio
amasa
un nuevo amanecer.
Mientras cuido a Felipe
bajo los últimos rayos de sol
pongo sobre ruedas
mis sueños por él.
© Graciela Ballesteros
Gracias Gus. ❤️
ResponderEliminarLa autora de "Modalidad de lo invisible", entre otros títulos, nos muestra en esta pieza de su creación un discurso reflexivo que posee un excelente remate que, por contraste y complemento de lo anterior, impone el matiz de lo cotidiano como el elemento justo que cierra el círculo del poema.
ResponderEliminarGracias por tu lectura. ❤️🦋
EliminarGraciela, toda tu poesía, toda vos, recortada en ese momento de un día cualquiera... gracias
ResponderEliminarGracias Daniel por tu lectura y tus palabras.
EliminarQuerida Graciela, pura ternura.
ResponderEliminarGracias queirda Ohuanta❤️🦋
EliminarGraciela ❤ la vida se alimenta de tu palabra!
ResponderEliminarPoema que enarbola la ilusión por encima de todo. Muy tierno y claro!
ResponderEliminarGracias por leerme♥️🦋
EliminarBello!
ResponderEliminarAyyy Tina❤️
ResponderEliminarBello Graciela!
ResponderEliminarMabel ♥️
Eliminarva un abrazo que te aprieta a vos y a felipe, por la vida y la palabra. susana zazzetti..
ResponderEliminarAy Susana.. un honor que me leas. Qué lindo abrazo en homenaje a lo maravilloso.♥️🦋
EliminarHermoso, contundente, un cotidiano reflexivo y de esperanza. Gracias
ResponderEliminarGracias querida Mónica. ♥️🦋
EliminarPoesía sutil y reflexiva. Gracias poeta.
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