24/2/24

Poema de Hugo Francisco Rivella

 


Yo soy el corazón de Dios, su muerte lenta.

Esto que ven de mí lo tiene el hombre porque yo soy el Hombre,

el camino infinito de la flor y del sueño. Yo soy la cruz  y el árbol que imagina sus pájaros, el salto de la rana, la mujer y los brazos del fuego en su cintura, el arrullo temblando en la cuna del hijo.

 

Yo soy, el otro, el ojo que mira desde mi propia suerte,

las espinas que callan, los quejidos del hambre y el puño que se cierra como un adiós mojado. Yo soy lo que es posible. Razón. Tierra. Misterio.

 

Yo soy el que va siendo a pesar de sus lágrimas.

 

© Hugo Francisco Rivella

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7 comentarios:

Anonymous Jorge Carranza ha dicho...

Un poema escrito con todo el cuerpo, que es toda el alma. Gracias Hugo¡

24 de febrero de 2024, 17:44  
Anonymous Graciela Ballesteros ha dicho...

Maravilloso poeta. Sublime. Su armonía y su cadencia lo hace inmenso. ♥️🦋

24 de febrero de 2024, 21:14  
Anonymous Mabel Sierra Karst ha dicho...

Hermoso

25 de febrero de 2024, 11:53  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La res extensa de Spinoza en el decir de tu obra inmensa Hugo.
El espacio/tiempo atravesado por lo real maravilloso. Abrazo grande, Alfredo Lemon

25 de febrero de 2024, 14:15  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias Hugo por la belleza y la fuerza en tu palabra🙏 Aura Re

25 de febrero de 2024, 16:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias Hugo por la belleza y la fuerza de tu palabra. Aura Re

25 de febrero de 2024, 16:04  
Anonymous Anónimo ha dicho...

La fuerza en la palabra es patrimonio de algunos pocos. En tu poesía está la fuerza. Griselda Rulfo

26 de febrero de 2024, 19:38  

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