MARÍA
2.
El abandono salta cada noche
como un animal inmundo
en la desnudez del tiempo.
El abandono y la noche te lastiman
y te arrojan al pantano
(esa triste costumbre
de estar triste por costumbre).
¿Qué será de tus pies, María,
a la deriva de la noche?
¿Qué será de tus pupilas como vidrios
y del frío que congela las arterias?
¿Qué será de tu infancia, María,
hermosa niña abandonada?
© Daniel Ruiz Rubini
Ohhh tristisimo.. la ausencia anónima. 💔♥️🦋
ResponderEliminarSiempre tu poesía causa efecto en el lector, conmueve.
ResponderEliminarBello y triste... siempre la niñez desvalida toca nuestras fibras más hondas... qué impotencia ante la indiferencia del mundo...
ResponderEliminarDaniel!!! qué ojos para mirar a esa María abandonada y abrigarla así con esta manta de felpa y de palabras.
ResponderEliminarGrande, poeta!
te abrazo
claudia