Caída libre
Del cielo a la tierra
un par de saltos
y cómo cuesta esperar
que la niña acomode piedritas
y entierre tristezas en un casillero
para seguir jugando a vivir
en ese país de saliva que cura
los raspones del camino.
Entro y salgo de la tiza borrada
de ásperas rayuelas en caída libre
intactos los zapatos prendidos al revés
y limpio el vestido de ir a misa el
domingo.
Y ya voy, ya voy grito o grita la que he
sido.
Todavía no quiero salir de la infancia.
© Claudia Tejeda
gracias claudia por decir desde lo hondo lo que también siento, querer es a veces no poder salir. te abrazo! susana zazzetti.
ResponderEliminarHermoso!
ResponderEliminarMuy buen poema Claudia
ResponderEliminarGracias.
Ana Romano.
Hermoso poema querida amiga
ResponderEliminarLeonor Mauvecin