No cazará la soledad
los duendes que me encienden.
Solo tú leerás lo que mi espalda
tiene que decir.
Será un lenguaje de soplo.
Una copla que rime
con hechizo, con sexo, con latido.
Quizá no conjuré tus ojos
tras la cortina del último paisaje.
Quizá la historia tuviera
una hora fronteriza.
Lo cierto es que el vino
se pierde en la copa
y las manos se funden
en un escalofrío distante.
© Marta Elena Guzmán
categórico, sin permiso de duda. muy bello !susana zazzetti
ResponderEliminarEnorme poema! Me encanta querida poeta!! Abrazos!
ResponderEliminarBellísimo poema. El feminismo al palo. ❤️🦋 Graciela Ballesteros
ResponderEliminarMuchas gracias
ResponderEliminarque bonito !! Me encanta !!
ResponderEliminarHermoso poema querida amiga
ResponderEliminarLeonor Mauvecin