Resurrección de Lázaro
(Verano de 1410)
Mientras dormía
el Ángel abrió su boca en mi cabeza:
«Dame siempre de comer el Pez de la Fuente,
el más grande, el puro, el que ha pescado
la Virgen.
Dame también el Vino mezclado con Agua,
ése que ofrecen con Pan.
Dame el Cuerpo y la Sangre».
© Diego Roel
Diego siempre un paso más allá de nuestros límites terrenales. Gracias.
ResponderEliminarTu poema es un cáliz de alta belleza Diego.
ResponderEliminarGloria a la Poesía!.
Te abrazo grande.
Alfredo Lemon
Qué gran poema. Quizá toda demanda sea de cuerpo y sangre. Gracias. Majo Bozzone
ResponderEliminarGracias Diego por tu espiritualidad
ResponderEliminarLa poesía de Diego Roel siempre me conmueve. Dice más de lo que está escrito. Mucho más.
ResponderEliminar"El Angel abrió su boca en mi cabeza", es muy hermoso! Un abrazo grande, Diego.
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