Hoy es lunes, mañana será martes,
vendrán luego los miércoles y jueves,
después los viernes, sábados, domingos;
días iguales a los otros días,
pero con miedo y con olor a muerte.
¿Qué hacer? ¿Qué hacer? Todo parece
extraño.
¿Quién podría venir a liberarnos
de este lento y tedioso cautiverio?
Como Cervantes en Argel, soñando
tras el rescate con su don Quijote;
como Bocaccio urdiendo con amigos
pícaros cuentos, lejos de la peste.
Siempre nos salva la literatura.
© Antonio Requeni
Siemre nos salva. Siempre. Gracias, Antonio.
ResponderEliminarAsí es querido Antonio, ante lo dramático de la época y el cotillón de la barbarie, siempre nos salva la literatura. Abrazo grande con el mejor de los recuerdos, Alfredo Lemon desde Córdoba.
ResponderEliminarQuerido Antonio, comparto tu pensamiento. Ante la finitud, ante lo cotidiano que se repite siempre está la poesía para salvarnos..Gracias!
ResponderEliminarSiempre la Literatura!!
ResponderEliminarHermoso poema sobre la finitud inevitable, la poesia sobrevive
ResponderEliminarLeonor Mauvecin
Siempre nos salva Antonio, Siempre!
ResponderEliminarSonia Rabinovich
Hermoso leerte querido Antonio. Un abrazo grande.
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