ORACION ANTES DE NACER
Señor, ¿Qué hago con este reloj que pesa
sobre mis piernas? Mis ojos buscan tu gesto de compasión, el color de tus
palabras en las calles, la apretada raíz de mi materia. Hoy nadie reparte pan y
peces entre la gente; somos la nube que se desvanece acunando la idea del
cielo.
Señor,
eres invisible como un secreto. Tu voz solo se escucha en el silencio. Un rezo
de hormigas dibuja mi fe y mi corazón abraza lo imperfecto; un destello de tu
amor se hace pesebre en la hora del parto.
© Sergio Geese
Bienvenido Sergio a éste sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos/as. Abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenido Sergio, esperanzador poema!!!
ResponderEliminarBuenvenido Sergio.
ResponderEliminarGracias por compartir
Ana Romano.
Bienvenido Sergio con tu plegaria personal hecha poema.
ResponderEliminar"somos la nube que se desvanece acunando la idea del cielo"
Magnífica definición. Alfredo Lemon desde Córdoba
bienvenido, felicitaciones
ResponderEliminarHola Sergio Geese: un poema maravilloso, con un ritmo que resuena como un latido prenatal."Tu voz solo se escucha en el silencio" "un destello de tu amor se hace presente en la hora del parto" ¡Qué profundidad y a la vez cuánta lucidez muestran tus palabras!
ResponderEliminarGracias a vos por escribir este poema y al querido Gus por publicarlo
Irene Marks
Bienvenido buenas letras y felicidades por conservar la fe!!!
ResponderEliminarBienvenido Sergio!
ResponderEliminarHermoso poema!