La abuela
digo
tal vez
quemar de golpe las últimas fojas
de lo real: esas casas de té
que penden de las nubes –tan frutales–
o las (altas) prendas
que vistió la abuela
cuando dijo todo está cumplido
la pollera negra la blusa negra el saco
de paño hasta el tobillo el anillo de cintas
para siempre
o los zaguanes oscuros donde caían los
recuerdos
como chinches
como azahares puros
purísimos
toda voz concreta es una excusa para el
olvido:
esa casa de icebergs coronados de menta
o los frutos rojos de los bosques de viena
los dedos chorreados de betún no hablan de memoria
ni de olvido de la memoria
hablan de la muerte:
poder huir donde no se compra o
venda
–mi abuela nada sabía de mercadeo–
© Zulma Zubillaga
Lirismo sutil. Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuchas gracias, Alfredo, por tu apreciación. (Zulma Zubillaga)
EliminarPoemazo que moviliza recuerdos profundos expresados con tanta belleza.
ResponderEliminarStella Soria