Poema de Yrene Santos
No hay nadie persiguiéndola
No hay nadie persiguiéndola
a esta hora
ni en la otra
ni en la de antes
Solo ella
se persigue debajo de la lluvia
en la oscuridad que camina para buscar lo
que no se le ha perdido
para encontrar lo que no ha buscado en
años.
Persiguiéndola, no hay ni un solo hueso
ni un solo pulmón respirando con la fragilidad de la espuma
que se esfuma en un segundo
Se persigue
Ella
Ella misma
con la misma sombra que lleva a rastras
con la misma sombra que huyó de sí misma
para no sentirse rastreada,
vigilada, perseguida
por esa forma existencial en la que vive
esa mujer
ella
la que se aferra a ver edificado el paraíso
que ella piensa
es el mejor para todos los que ama.
No hay nadie
Persiguiéndola
aún cuando se acuesta
con esa esperanza que no muere
Escucha a Ramazotti,
a Bocelli y a Pausini
y va hurgando entre los huecos que se han
ido agrandando
por todo lo que piensa;
mucho más a medianoche
Entonces,
llueve adentro y afuera de los ojos
Y en el corazón,
una competencia de saltos que se ahogan en
un inmenso mar
se desprenden y caen en el útero como una piedra
y las manos no alcanzan para debilitar el dolor.
rendida queda
rodeada de esos mundos
que viajan sin parar, nunca
dentro de ella.
© Yrene Santos
Etiquetas: Yrene Santos
1 comentarios:
Muy bueno tu poema introspectivo existencial Yrene. Alfredo Lemon desde Córdoba
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