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3/12/23

Poema de Natalia Leiderman

 

 

a veces hay rastros de magia

 

la abuela hoy duerme como un animal plácido

elongado, y cuando busca algo en la heladera

algo que está muy abajo y al fondo y tiene

que agacharse, me sorprenden su destreza

sus piernas de catorce años

 

cuando come chocolate, juega

con el tesoro lento en la boca

y la lengua y los ojos le refulgen

 

teje sin parar, como una autómata,

sus manos moviéndose como dos adolescentes

desveladas, me pregunto

si así como seguirá creciendo su barba

seguirán tejiendo sus manos después.

 

© Natalia Leiderman

4 comentarios:

  1. me pregunto... conmovedor. susana zazzwtti

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  2. Nostalgia y emoción muy bien dichas. Alfredo Lemon

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  3. Me gustó mucho.
    Gracias
    Andrea Marone

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  4. Qué lindas imágenes! La abuela disfrutando! Bello!

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