Poema de Margarita Presas
Vincent
La luz de mediodía se mete en cada agujero
en la sombra neta dibuja redondeles y tajos
blanquísimos.
Encandilado y sediento el pintor atraviesa
un campo de girasoles
viaja por tierras de luz y de sol.
Lo que en verdad le importa es expresar
algo
por el color mismo.
Busca tonos anaranjados
cromos, limón pálido
para pintar una cabellera rubia
sobre un fondo sencillo con el
azul más saturado e intenso
que pueda lograr para plasmar el infinito,
que parezca una estrella en un cielo
profundo.
Su tormento abismal es una jaula,
entre los barrotes, el pintor es un pájaro
que vive loco de dolor.
© Margarita Presas
Etiquetas: Margarita Presas
1 comentarios:
Muy bueno Margarita. Colorido y esplendente recuerdo. Un brindis por el pelirrojo genial de Arlés!. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
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