Lo que fui en Teotihuacan (Teōtihuácān)
Tras permiso entré repté
Con emplumada soledad
Sedienta al pie de piedras grises
Puro gemido y desconcierto
Fui dios aullando
En garganta del jaguar
Di vueltas rojas y celestes
En espeso vientre de la luna
Parida sin hora señalada
Surgida con sortija de jaspe y turquesa
Incliné mi desnudez estucada
En la pared
Antigua red de mí
(Más acá
Era el tiempo de los visitantes
Miles de sombreros blancos
Banderitas en manos de los guías
Catrinas rebeldes con vestidos verdes
Atlantes calaveras)
Dejé rodar el hambre
Pedí por todo lo que no había sido
Puse al costado
Penas y palabras
No pude trepar Casa del Sol
Me había convertido
En caracola de obsidiana
Rodeada por el fuego.
© Griselda Gómez
Maravilloso!
ResponderEliminar"En caracola de obsidiana/ Rodeada por el fuego"
Todo el poema es un escalar/deslizarse/ impactante.
Alfredo Lemon
Hermoso juego poético con las fuerzas ancestrales!!!!!!
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