Prendadas
La mano pequeña
en la huella
del pequeño pie
suma un camino
de impresiones:
comienza con el mío
y se desorienta
hermosamente.
Hay una caja
en una esquina de la casa.
Aloja todos los colores
que vos elegís.
Son piezas únicas:
el enterito
el pullover a rayas
las medias
una red de peces dorados.
La remera termina enseguida
en una constelación
de botones
de belleza sideral.
El gorro todavía tiene
el olor a alpiste
de tu cabeza.
Un molde de yeso
apenas serviría
para alisar y eternizar
esta materia
perfecta.
Abrazo todo junto
unos minutos
y me lo llevo
para ordenar.
© Lorena Tcach
Dolor y ternura. Inmenso animarse a escribir este nivel de dolor.
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