La quinta estación
Con la cosecha de la albahaca
se ha terminado el último
aliento del verano.
Uno por uno voy sacando los tallos
como quien quita restos de un amor
que se secó con los frutos a punto,
y guardo las semillas,
para que vuelvan a la tierra
cuando se afine el huesito de la luna.
Será hermoso esperar la lluvia,
imaginarla
humedeciendo la tierra compacta,
hasta tocar una colita de raíz
que la precisa para hundirse hasta el
fondo.
Aquí aprendimos a confiar como ciegos
en lo que está gestándose
por el sólo placer de madurar,
a pesar de la lucha
cuerpo a cuerpo con las babosas
y otros asesinos
que - ya se sabe -
tienen debilidad por los brotes más
tiernos.
© Estela Zanlungo
Bello!!
ResponderEliminarLaura Moreno
Tan hermoso...Gracias! Aura Re
ResponderEliminarMe siento una raíz o una hoja defendida por tus palabras. Hermoso poema. Nora
ResponderEliminarSiempre es muy hermoso leerte, Estela.
ResponderEliminarEsas hojitas, esa raíz, ese aroma a albahaca tan bello dicho.
ResponderEliminarGracias!
norma starke
Estela ,la vida misma...lucha y resistencia! Gracias.
ResponderEliminar