Mataró
Vengo del mar.
Las olas atraviesan
los surcos de mi cuerpo.
Mi piel oculta escamas
y membranas transparentes.
Vengo del mar.
Mi saliva es azul.
Mis dientes, de nácar.
Todo bocado me sabe
a la sal de los océanos.
Vengo del mar.
La vida es
ese bote que me dieron
con caricias de arena.
¡Vengo del mar!
Este es el secreto
que la ciudad ignora.
© Alejandra Torres Rovira
"La vida es ese bote que me dieron con caricias de arena", qué hermoso!! Belleza!!
ResponderEliminarqué fuerza tiene tu poema, Ale.
ResponderEliminarMe hamaca ese mar mientras te leo.
abrazo
Claudia
Siempre el mar, con su fuerza originaria que ciertamente las ciudades olvidan. Bravo Ale 👌 abrazos
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