En el horno, la comida casi a punto,
es mediodía,
llevo la prisa del trabajo y del hambre,
voy y vengo, me siento al borde
de la urgencia de escribir.
De repente recuerdo:
Mediodía es Medea.
La mujer detenida en el tiempo,
¿la detiene la pasión? ¿la maternidad?
Escucho la lluvia resbalar por el vidrio de
la ventana,
el andar del reloj y mi vértigo.
¿Por qué el daño y la vida se concentran
en esas cinco letras?
Madre - Medea.
Contesto mensajes, controlo el saldo del
banco,
abro la puerta del horno.
El calor me vuelve a su abrigo y a nuestras
discusiones,
la disconformidad, la exigencia,
la frase inquisidora “no seas como yo”,
“no repitas la historia”, “no te encierres
a criar hijos”.
¿Será que la madre puede interrumpir
la reproducción?
Saco la tartera con la mano derecha,
siento el ardor desde las puntas de mis
dedos.
Eso quema. Escribir es un asunto grave.
El logos realiza la venganza.
© Majo Bozzone
WAW!!! Fuerte poema ♥️
ResponderEliminarPoemazo Majo!. Sí; "Escribir es un asunto grave. (Y) El logos realiza su venganza". Alfredo Lemon
ResponderEliminarLa escritura, como a mí, salva del abismo. Muy bueno. Graciela Barbero
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