Una niña poeta amanece
A Delfina Goldaracena
Llueven palabras como semillas
atravesadas por el silencio
como la vida sobre la luz negra.
El mundo es un arrebato
como el temblor impiadoso
de una canción moribunda.
Una niña poeta amanece
sobre las flores y las nubes
y las ventanas cerradas de la luna.
© David Sorbille
Hermoso poema David! Difícil mundo éste para recibir con amor a tu niña poeta! Abrazo grande
ResponderEliminarCoincido con Gloria, David. Muy bueno tu poema. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminargracias querido amigo un abrazo grande alba estrella gutiérrez
ResponderEliminarBello poema, David!
ResponderEliminarPatricia Alonso.
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMuchas gracias, querido Gustavo, por tu amabilidad de siempre, y gracias por los comentarios recibidos. Abrazo!!!