Traductora
Aquí estamos de nuevo,
tan ligadas que si
dejo caer la cabeza
parece que tus letras
se inclinan solas.
Mis manos buscan
notas que sean
música antigua y
música nueva,
ansiedad que me vuelve
DJ amanecida.
Le paso el corrector
a tus doscientas treinta hojas
escritas en la lengua
del capital,
ni inglés ni castellano,
código puro.
Cuando estés lista
voy a seguir las normas
del lanzamiento
y con un clic
vos sí podrás
salirte de tu cuerpo.
© Daniela Camozzi
Hermoso ese trabajo mágico de la traducción. Gracias, Irene.
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