Ella era blanca
y hería limpiamente el aire
mientras tanto
caían
los suicidas
caían brazos piernas
caían
locos sueños
allá abajo
a un vacío
de nostalgias prisioneras.
Nostalgias, nostalgias de la tribu
luces verdes rojas guiños
esa cruel bijouterie.
No importa, total era blanca
y hería el día.
© Daniel Rafalovich
Me gusta tanto esas ·nostalgias prisioneras"
ResponderEliminarElla, blanca, y esa "cruel bijouterie"...
ResponderEliminarQuizás, aunque frágil, lo íntimo equilibra el ineludible peso de la tribu. Es un poema muy hermoso, Daniel.
Vero Capellino