13/9/23

Texto de Nicolás Aused

 


Las llamas te devoraban mujer, qué envidia. Salías del fondo de mis pupilas, eras ceniza de un incendio voraz y yo me hubiese revolcado feliz en tu tierra yerma, humeante. Eras un corazón y yo una jaula vacía.

 

© Nicolás Aused

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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

tremendo mensaje. bellísimo. susana zazzetti

14 de septiembre de 2023, 18:38  
Blogger Nicolas Aused ha dicho...

Gracias! abrazo!

14 de septiembre de 2023, 20:27  
Blogger Gladys Cepeda ha dicho...

Muy interesante poema muy expresivo, con imagenes muy bien realizadas
Saludos Soy Gladys Cepeda

15 de septiembre de 2023, 10:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Golpe directo. Tremendamente bello

17 de septiembre de 2023, 10:11  
Blogger valeverona ha dicho...

breve y contundente. Qué intensidad.

18 de septiembre de 2023, 10:52  

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