Ellos llegan
sus propios nombres
modificados por el más
sublime amor.
Entran a la casa
y una luz amarilla
se agiganta
sobre los dinteles de
ventanas,
en las formas que las
cosas toman,
en mis ojos de agua
siempre y cada vez que
suena
ese tan simple y mágico
"hola Ma".
Escribo para Ellos
estas palabras claras
similares a un cristal
que podría romperse
sólo acariciándolo.
Pero no.
Es así, de esa manera
me abraza
la luz que traen sus
presencias,
sus nombres,
Ios nombres perfectos,
diminutos,
del amor.
Y algo queda en aire
en las cosas esparcidas
por la casa,
en la luz apaciguada
en dinteles, en puertas,
en mi alma de barrancos,
cuando parten a otro
nido
altísimos, también ellos
cristalinos,
los hijos
del Amor.
© Marta Comelli
Precioso
ResponderEliminarEse Hola ma!
Te llena el alma
Gracias Marta Comelli
Conmovedor!!!
ResponderEliminarEstremece los huesos. Tu voz es inmnesa poeta. ❤️🦋 Gra Ballesteros
ResponderEliminar