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14/8/23

Poema de Gabriel Chávez Casazola

 


El guardafaro 


A Marie Claude y Jane,

que alguna vez quisieron alcanzar un faro 

 

Los faros siempre están allá lejos, entre los dos cielos.

enhiestos como una bandera o parpadeantes como una luciérnaga,     

de acuerdo al color del día con que se los mire.

 

Los faros siempre están allá lejos, entre los dos cielos.

 

La oscuridad los odia al igual que los acantilados 

pues los faros les privan de carne de naufragios,

de cofres de talentos en el vientre del mar.      

 

Los faros siempre están allá lejos, entre los dos cielos

y no es posible llegar a ellos por el agua o la tierra.

 

Por el agua, pues no son un puerto, demás está decirlo,

solo faros

en la punta de filas ensenadas.

 

Por la tierra, pues no son un destino, esto sí hay que decirlo,

solo faros

en el fondo de lenguas de arenisca.

 

Ya lo dije, los faros siempre están allá lejos,

entre los dos cielos

y no es posible llegar a ellos por el agua o la tierra.

 

¿Será imposible entonces atracar en un faro, arribar a sus luces?

 

El custodio del faro cercano a mi ventana

sabe llegar a él tranquilamente

pues es hombre sencillo y conoce el secreto.

 

—A los faros se arriba por el aire,

sentencia, reposado, recargando la pipa, mientras sus pies comienzan a elevarse

 

                   r

                 e

               d

             n

           e

         c

       s

a   a

 

con el humo

 

y yo lo veo cada vez más pequeño,

más diminuto

 

confundirse con un punto del faro

con un punto del cielo

con el cielo

con el faro

 

allá lejos

donde siempre están los faros

 

entre las dos aguas

entre los dos cielos. 

 

© Gabriel Chávez Casazola

3 comentarios:

  1. Qué bueno! Quién no quisiera llegar/ alcanzarse en esos faros! Alfredo Lemon desde Córdoba Argentina

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  2. El faro hecho belleza. Gina Escobar

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