El refrenamiento
Ah, debieran verme podar el despropósito
que ha crecido en mi patio
para entender que estoy dispuesta
a cortar por lo bueno.
Le pregunto al cuchillo si entiende
qué es la frondosidad
y dice ahí, donde la jungla del helecho
suelta hijos.
Entonces voy y desentierro el nervio
que baja por el tallo
como me pararía frente a un animal
que hay que sacrificar antes de que despierte,
me subo al borde de la pala
y que no quede más que el filo de la hoja
abierto al aire,
con el impulso de todo el cuerpo encima.
A veces fantaseo con mostrar
lo que sé hacer cuando me saco el corazón
y que no quede un signo
que pueda confundirse
con el amor y su desasosiego.
© Estela Zanlungo
Estela siempre cavando hasta lo más profundo. 🙌
ResponderEliminargraaacias! (no me aparece tu nombre😥)
EliminarSiempre llegando al fondo del sentimiento con tu poesia
ResponderEliminarGracias!
EliminarHermoso poema. Si facebook se ocupase de censurar a los cabeza de estopa, nuestros días y nuestras noches serían tan luminosos que necesitaríamos cada hoja de los helechos y de cada árbol. Haríamos cola para comprarles un terreno nuevo para que lo habiten y nos secunden con el verde apacible de la esperanza.Yo les dejaría un lugar en mi habitación para que me ayuden a componer sueños con la alegría de verlos realizarse. Mientras tanto, como facebook determina cortar poemas como si fuesen helechos invasores, mis noches son difíciles porque anticipan días crueles.
ResponderEliminarSí, días crueles. Ojalá nos equivoquemos!
Eliminarqué remate, esos cinco últimos versos. Estela.
ResponderEliminarInmenso poema.
Abrazo
Claudia
Clau🌹🌹
EliminarPrecioso, Estela🥰❤️
ResponderEliminarLaura Moreno
Laurín querida♥️
EliminarUn decir Fuerte, ahí, sacude, a las tripas. Muy bueno!!
ResponderEliminarGladys🌹🌹
EliminarMuy interesante poema
ResponderEliminarTe mando un abrazo Stella
Gladys Cepeda
Gladys😘😘
Eliminarpotente, excelente
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