el cuerpo guarnecido
atravesado solamente
por un cordón de aire
Lía Colombino (Asunción, Paraguay, 1974)
cuando llegué a esta ciudad me sobraban
veintitrés centímetros de pelo y una
abundante porción
de idealismos
no existían
las máquinas de impresión 3D y los
teléfonos
de vez en cuando se usaban
para hacer bromas en el barrio
no sin cierta dificultad
bailábamos lentos y escribíamos
cartas en letra cursiva
¿cuáles son las cosas que nos siguen
agitando la sangre en el pasaje
de un milenio a otro?
¿a qué anormales estímulos
seguimos siendo sensibles?
cuando llegué a esta ciudad la ruta
que me había trazado con falso indeleble en
las manos
no formaba todavía
un cordón de aire nada parecía indicar
el defecto
los animales que hoy rugen sobre la cama
no estaban siquiera
por nacer todavía desde una punta de la
cara la risa
me salía instintivamente
cuando llegué a esta ciudad
lo único que me atravesaba el cuerpo era un
juramento
y ese pelo indomable que tampoco supe nunca
cómo domesticar
© Vanesa Almada
Noguerón
Lo único que me atravesaba el cuerpo era un juramento.
ResponderEliminarGenial
Muy especial tu poesía!!
Gracias Vanesa!
Hermoso poema que abre Lo que no vuelve, gran libro de Vanesa que tuve el honor de prologar. Qué hermoso leerla y releerla. Gracias, Gus
ResponderEliminarMuy buena descripción de sentires con imágenes justas. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarRecordando lo que sí y lo que no, lo que ya no queda. Contundente poesía. Muy buena! Me gustó. Bienvenida Vanesa!
ResponderEliminarMuchas gracias Gustavo por publicarme y muchas gracias también a todxs por sus comentarios!
ResponderEliminarBienvenida y hermoso poema que nos llega!
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarBesosss
Mónica Angelino
Me maravilla siempre leerte querida poeta!! Gracias por tu palabra! Abrazos!
ResponderEliminarBuenísimo, un gusto leerlo.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Belleza tu poesía Vanesa!
ResponderEliminarMirian Rosana Farias