5/6/23

Verónica Laurino comparte a Walfisch/Vince/Gianelloni

 


LA TRAVESÍA

                                             

                    a mi hija 

                

Aunque es temprano

todavía se disfruta.

Cuando llegue el invierno

y la mañana sea un útero negro que cruzar

avanzaremos juntas

pondré abrigo en tus orejas

la ropa próxima al calor

y una bandera

una puntada en cada corte que señale

la textura de mis zonas huérfanas

hasta llegarnos íntegras

a tierra firme.

 

Florencia Walfisch


Rebote

 

Escucho en el mensaje de voz del teléfono

que el padre de mi perro ha muerto,

que mi sobrina no para de llorar y le duele la panza.

La voz me devuelve  la conciencia de muerte,

pienso en eso mientras pico la pelota contra el piso

y rebota en la pared para volver a mi mano.

El perro jadea en el mundo de las cosas

seguro, en el universo concreto

ignorante de las cadenas generacionales.

Si todo sucede en el orden natural

que construyo en mi cabeza

algún día mi hijo llorará la muerte de su perro

y yo estaré ahí para abrazarlo en silencio.

Pero ahora atrapa con su hocico la pelota en el aire

y la deja, húmeda, al lado de mi pie

esperando la repetición del acto.

Ella lee una revista en el sillón

y el chico conserva aún el don del asombro

Hay ternura en la imagen

 me siento bien siendo parte de eso.

 

Roberto Vince

 


Una boya

 

Manteniendo la cabeza a flote

como una boya,

el nivel del agua a la altura del cuello

el cuerpo sumergido

en movimiento

para no hundirme.

Las piernas nerviosas caminando en el lugar

como un mimo

un astronauta

una medusa,

como en los sueños malos.

Mecida

inmerecida

sumergido lo impuro

lo inquieto

lo obsceno,

la cabeza asoma como una boya

con sus cuatro sentidos y el tacto

que mantienen el equilibrio inestable

de un cuerpo monstruoso depurado en el agua,

lleno de furia

de demencia.

También llena de ideas la cabeza

sostenida de los pelos

por una fuerza invisible que viene de lo alto,

unida a un cuerpo que retrocede en cada oleada,

para salirse para enajenarse

la cabeza salvadora,

la boya.

 

Lila Gianelloni

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3 comentarios:

Blogger Gus... ha dicho...

Gracias Verónica y a tus poetas invitades. Abz, Gus.

5 de junio de 2023, 12:51  
Blogger Elisabet Cincotta ha dicho...

Me encantaron los poetas que nos acercaste.

Abrazos
Elisabet

5 de junio de 2023, 14:42  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso leerlos poetas. GRACIAS!. ❤️🦋 GRACIELA BALLESTEROS

6 de junio de 2023, 0:46  

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