19/6/23

Raquel Jaduszliwer comparte a Rizzi/Lukin/Muzzio

 


Calle de los mil pasos, pero de una

sola esperanza. En cada esquina se

teme por ese transeúnte atrapado en

una celda numeraria, que a pares

retrocede y avanza —zapatos, medias,

guantes, gabanes, reliquias de sobremesas.

Y la palabra, moneda de apenas tres caras,

que hacía suyo el objeto para que no se

escapara. Presencia austera del vino

en copa derramada, que es también

ausencia de espino en toda rama de

olivo que se agita de tarde en su hora

de adviento.

 

Marcelo Rizzi 

 


Las curvas producen sombras curvas,

nuevos planos donde ella soporta la caída

así como las manos la flor, los pies el alto

zapato, el cuello las dos vueltas

sobre el puente del pecho.

Las curvas duplican lo que ella conoce de sí

y lo que no conoce: antes de él, después

de él.

Ese ángulo de cristal organiza las miradas

que van y las que vienen: da peso a la idea

de un cuerpo que nace entre las dos.

Al entrar él, allí beben, sin preguntar

se apoderan, de lo que tocan hacen

deleite, violenta armonía.

Con algo de terciopelo, algo de nácar, algo

carnal, cada triángulo habla, para

él, de una transparencia letal, una

irresistible amenaza que ella suele

llamar felicidad.

 

Liliana Lukin 

 


Sentado como un buda entre las camas de mis hijos

 

Estoy sentado en la oscuridad

como un Buda entre las camas de mis hijos.

Estirando cualquiera de mis brazos

podría tocar los bordes de esas camas que,

en la noche, parecen arcas diminutas

con sus animales en equilibrio en las cabeceras,

una abigarrada Creación fabricada en China.

Uno eligió elefantes e hipopótamos,

los animales más grandes y pesados;

el segundo se quedó con lobos

y otros depredadores; así se repartieron

el mundo de la bestias antes de irse a dormir

como dioses inconscientes.

Los escucho respirar, moverse, murmurar

palabras en un idioma pegajoso

que asciende desde la profundidad,

el oscuro temor a las catástrofes:

fuego, pestes, hambruna, diluvios,

la propagación del caos en la carne.

Y aquí estoy, sentado en las tinieblas,

entre las dos camas, listo a ahogarme,

si fuera preciso, mientras ellos navegan en sueños

hacia tierras de promisión.

 

Diego Muzzio

Etiquetas:

9 comentarios:

Blogger Gus... ha dicho...

Gracias Raquel y a tus poetas invitades. Abz, Gus.

19 de junio de 2023, 15:19  
Anonymous liliana corredera ha dicho...

Liliana Lukin, bello poema!! Liliana Corredera

19 de junio de 2023, 16:23  
Anonymous Graciela Ballesteros ha dicho...

Muy hermoso poemas. Gracias. ❤️🦋 Graciela Ballesteros

20 de junio de 2023, 20:13  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy hermosos poemas
Gracias. ❤️🦋Graciela Ballesteros

20 de junio de 2023, 20:14  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Qué buenos poetas acercaste Raquel. Muchas gracias. Impecables. Alfredo Lemon

21 de junio de 2023, 19:11  
Anonymous Gra Bucci ha dicho...

Muy buenos poetas! Invitan a la tele tira.

21 de junio de 2023, 20:26  
Anonymous Estela zablungo ha dicho...

Bellos, inquietantes los tres!

22 de junio de 2023, 0:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy buenos poemas!

30 de junio de 2023, 9:28  
Blogger Carolina Brieux Olivera ha dicho...

Qué belleza Diego Muzzio ese poema! Esas imágenes y el sentido que discurre, hilvanando el sueño de lxs hijxs. Liliana Lukin, muy profundo, refinado, y el poema de Marcelo Rizzi, muy rico en recursos. Mil gracias Raquel y Gus, bellezas.

9 de julio de 2023, 10:37  

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