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5/6/23

Ofelia Pereyra Nadal comparte a Dykyj/González/Blanc

 


 “Entre rubíes y zafiros”

 

Entre destellos de rubíes y zafiros

se esconde la tarde.

Aprisiona mi mano un puñado de arena

impregnado de la esencia

incandescente de tus labios.

En el intento de retener el momento

de la danza,

             las risas,

                  los besos…

apresuran sus pasos las horas.

Se dispersa el hechizo de la playa,

                  de los astros,

                              de este verano

que enardece la pasión oculta tras mis venas.

Y la fuga inevitable de ilusiones,

captura mi mano un puñado

            de arena…

                            

Andrea Dykyj

               


“Romance de otoño y muerte”

 

Cae la lluvia a plomo,

sobre la plaza del pueblo,

y yo sentado en un bar con un lápiz y un cuaderno

trato de hacer un dibujo y darle forma de versos

a este dolor que aquí llevo,

grabado a fuego en la sangre y como un nudo en el pecho.

La lluvia moja la tarde

llegó el otoño a mi pueblo,

la gente pasa a mi lado, no repara en mi silencio,

yo con los ojos perdidos miro la plaza

a lo lejos

el viento gime en la tarde su sonido lastimero;

me sobresalto, de pronto,

¿por quién doblan las campanas?

Yo me pregunto en silencio,

pero a mi lado una anciana se ha detenido y la veo

con un rosario en las manos

vestida de soledad, de medio luto y silencio,

y ha dejado entre mis cosas

un sobre con carmín rojo

dibujado por un beso,

solo ha atinado a decirme,

con gesto grave y muy quedo,

no escribas más, ya muchacho,

la que tú amabas se ha muerto,

y se aleja a toda prisa,

como un fantasma

la veo,

desvanecerse en la tarde

en medio del aguacero.

Mis lágrimas se descuelgan por un balcón de silencios,

me pongo entonces de pie,

he cerrado mi cuaderno

y me pierdo caminando

con el sobre entre mis dedos,

aterido por la lluvia

y…no me animo a leerlo.

                               

Daniel González

 


“Tanto por tanto”

 

Tanto dolor agrupaba mi alma,

que me duele hasta el aliento.

Tanto amor guardaba mi corazón

que me duelen las manos.

Tanta soledad gastada en vano,

toda mi alma gime.

Tanta dulzura quiero expresar

que lo dulce es amargo.

Tanto doy por dar

que los brazos quedaron vacíos.

Tanto y por tanto, olvidé de vivir.

Dentro de uno, nadie quiere que nada muera,

simplemente, que nazcan cosas nuevas.

De tanto dar, tengo miedo de olvidarme de mi.

                                                      

Iris Blanc

 

 

5 comentarios:

  1. Gracias Ofelia y a tus poetas invitades. Abz, Gus.

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  2. Maravillosos poetas. Gracias!!
    Abrazos
    Elisabet

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  3. Bellos poemas!
    Gracias Ofelia por acercarlos!

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  4. Muchas imágenes maravillosas. Hermosos poemas..Gracias poetas. ❤️🦋 Graciela Ballesteros

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  5. Gracias, Gustavo, por permitirnos compartir el blog con poetas amigos. Ha sido un honor publicar a estos amigos de tantos años y de tanto valor poético.

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