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7/6/23

María Soledad Gutierrez Eguía comparte a Peri Rossi/Gamoneda/Maillard

 


NO QUISIERA QUE LLOVIERA…

 

No quisiera que lloviera

te lo juro

que lloviera en esta ciudad

sin ti

y escuchar los ruidos del agua

al bajar

y pensar que allí donde estás viviendo

sin mí

llueve sobre la misma ciudad

Quizá tengas el cabello mojado

el teléfono a mano

que no usas

para llamarme

para decirme

esta noche te amo

me inundan los recuerdos de ti

discúlpame,

la literatura me mató

pero te parecías tanto.

                                  

Cristina Peri Rossi 

 


Viene el olvido

 

La luz hierve debajo de mis párpados.

 

De un ruiseñor absorto en la ceniza, de sus negras entrañas musicales, surge una

tempestad. Desciende el llanto a las antiguas celdas, advierto látigos vivientes

 

y la mirada inmóvil de las bestias, su aguja fría en mi corazón.

 

Todo es presagio. La luz es médula de sombra: van a morir los insectos en las bujías del amanecer. Así

 

arden en mí los significados. 

                                                   

Antonio Gamoneda 

 


Fragmento 10

 

MATÉ a mis hijos, sí. O esa fue

la historia que os contaron.

¿Qué utilicé: la soga el cuchillo

 el veneno? ¿O quizás fue la ausencia?

¿Importa eso ahora?

 

Tan sólo aceleré el final de un proceso.

¿No condenamos todas

 acaso a nuestros hijos? ¿No

destinamos su cuerpo tembloroso

a la muerte

en aquel mismo instante

 en que los concebimos?

Y al expulsarlos

del útero a la luz ¿no les forzamos a

compartir la violencia

y el miedo de saber

que cada paso adelante es una resta?

 

¿Mayor culpa tendrá quien se adelanta

deliberadamente al destino que quienes

conscientes del dolor que les aguarda

se complacen al oír su primer grito

y sonríen beatos ante el hambre?

 

Maté a mis hijos. Sí. Mas no fue por piedad.

No tuve ese valor.

Cuentan bien los poetas: yo amaba a Jasón.

Pero en eso acaba lo que saben. 

                                                                     

Chantal Maillard

8 comentarios:

  1. Gracias María Soledad y a tus poetas invitades. Abz, Gus.

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  2. Tremendos autores! Bravo María Soledad. "y la mirada inmóvil de las bestias".../ "arden en mí los significados". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

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  3. Excelentes poetas, un placer leerlos.
    Abrazos
    Elisabet

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  4. Exquisitas las tres elecciones, María Soledad y tan distintas: la propuesta totalmente despojada de Peri Rossi y ese final que dispara al lateral y hace centro. El ruiseñor de Gamoneda que engendra tempestades: aguja fría en el corazón y significados que arden. Se puede leer una poética allí ¿verdad? Del largo poema de Maillard sobre Medea, desde Medea, voy a tomar solo una palabra que puesta en ese lugar me parece de extraordinaria fuerza poética, me refiero al adjetivo "tembloroso". El cuerpo tembloroso de un hijo que su madre destina a una muerte prematura.Me deja sin palabras y temblando.

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  5. Gracias Graciela. La idea era presentar tres poetas muy distintos. Subrayando en cada uno su inmenso potencial.

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