Nací con tres vueltas de cordón
y con el corazón sellado,
para que los espíritus se confundan
y se alejen
del cuerpo de mi madre.
Nací al atardecer
con la luz de un sol granate
y un tordo negro
vigilaba mi cuna.
Y busqué los ojos de mi madre,
su sangre.
Y ella se arrojó sobre mí
con su leche, sus palabras hermosas
que no entendía.
Es que las mujeres de mi familia
tienen la sangre que mancha, sangre
de moras caídas,
de parto interminable.
Los espíritus se anidan en nuestra sangre.
Entonces fui poeta
y pedí a todos los poetas
muertos, suicidados
que me contaran lo que vieron
del otro lado.
Y me dijeron que mi madre, que mi padre
que no me apurara, que no
me apurara.
Me dijeron que nací para oír y para ver,
para callar, para escribir
porque las heridas son llaves,
portales obligados de todo nacimiento.
Pero no me dijeron
cómo sanar tantas grietas abiertas
en el pezón que aún
nos mantiene vivas.
Marline Gousse
2 de Abril
Comienza la segunda bocanada
de un abril somnoliento.
El otoño se resguarda
ante el perdón de los pecados.
Son las 7 am,
y ni siquiera,
el sol es capaz de estirar las horas
bajo el tapete de agua y barro.
Adónde irán a parar
los melodramas de un canto persistente.
De algo estoy seguro:
la vigilia se aproxima en un ciento por
ciento.
Y digo:
para qué clausurar puertas y ventanas,
si nadie está a salvo.
José Machado
he visto llegar hasta la playa
unos pequeños monstruos
(así llegan aquellos
que se sienten como dagas filosas)
he visto en la mañana
un colibrí en la flor
con el lenguaje santo
con la señal del otro mundo
y pude oír las voces
que ya no están sentadas a la mesa del vino
cuánta oscuridad en mitad de los fuegos de
guerra
cuánta bilis en las heridas del que no
elige la lucha
la vida del niño que asesinan en Sudán
el que pisa otra tierra y es un soplo en el
viento
la esquina que quiebra nuestro paso
el agua que se vuelca al río
el vuelco del barco que los escupe sin
lograrlo y
cuánta oscuridad en mitad de los fuegos de
guerra.
Sandra Barrera Andrada
Gracias Lili y a tus poetas invitades. Abz, Gus.
ResponderEliminarA vos por tanto!!
ResponderEliminarGracias Lily y Gustavo por la consideración. Muchas gracias, un placer.
ResponderEliminarGracias Lily Chavez por estos tres poetas que nos das a conocer. En Marline escucho una voz poética potente de su linaje de mujeres. <los versos de José esconden preguntas profundas a través de un lenguaje llano y coloquial y casi como en cascada, la voz de Sandra condena la injusticia ya naturalizada. ¡Conmovedores los tres!Abrazo grande!
ResponderEliminarTeremimigerez
Gracias Lily por publicar esos tres poetas tan potentes.
ResponderEliminarGracias Lily y Gustavo por la consideración. Muchas gracias, un placer.
ResponderEliminarIncreíbles estos pájaros Lily! Has hecho justicia
ResponderEliminarExcelentes poemas Lili! Abrazo, Dolores Pombo
ResponderEliminarHermosos pajaritos atravesando versos. Gracias Lily, un orgullo.
ResponderEliminarGraciela Ballesteros
gracias Lili. Tremendos poemas. Y los tres autores tan queridos y necesarios.
ResponderEliminarAbrazos a todos
Claudia
Bienvenidos con sus vuelos, pájaros de La Bandada. Gracias Lily y abrazo a todos ellos! Alfredo Lemon
ResponderEliminarBellos poemas, un gusto leerlos.
ResponderEliminarSaludos
Anahí Duzevich Bezoz
Cuántos versos nuevos que no conocíamos. Gracias por este puente!!
ResponderEliminarBellos poemas de estos autores, tan viscerales! Gracias.
ResponderEliminarRosa Lía
Buenísima elección Lily, los tres escriben desde las entrañas, a puro latido y sí leemos
ResponderEliminardesde los ojos al latido.
Gracias y aplausos a los tres poetas.