QUEBRANTO
Es mi corazón un gran molusco que arde.
Nada sabe de fortaleza, pero aprieta los
dientes.
Mi náusea pare palabras prematuras
—renacuajos
entusiasmados—
nadadores aprendices que pronto
transfigúrense
en anclas y maderos.
En el prolífico mar de la desesperación
mis versos se reproducen como hígados a
destiempo.
Nada es suficiente.
No hay epitafios para tantos muertos.
Úrsula Alvarado Noblecilla
Reciclaje
Nos hicieron creer que reciclaban la
basura,
nos educaron para adorar
contenedores
hasta arriba de dioses muertos.
Los vimos aquel día
juntar nuestros despojos
en plena calle —un sol mugriento alumbra
las carcajadas—.
A nadie le importó si cuidadosamente
yo separé la muerte de mi herida
o el amor arranqué
de un tetrabrik de leche desnatada .
Así intuyo que debe ser la vida,
y sin embargo
echaré este poema al azul
cuando termine.
Diego Medina Poveda
SOLILOQUIO DE LOS HIJOS
Esparzo al hijo tiempo
Si un día desapareces
ponte a contar almas
para dormirte
es necesario despertarte
Esparzo al hijo espacio
Si un día no apareces
cuenta a las personas
encadenadas a los rayos
cómo fueron esclavas
sin existir y sin descansar
de la progenie del Sol
Esparzo a los seres y a todos los hijos
Si un día apareces
anuda con llanto
los suelos
anda con tu familia
las aguas
asume con tu aliento
los aires
haz el amor con tus fuerzas
que no habrá dinastía solar sin ti
que al fin puedes
en el invisible universo
aparecer ante los hombres.
Lian Morales Heredia
Gracias Demétrio y a tus poetas invitades. Abz enorme, Gus.
ResponderEliminarHermosas voces.. hay un verso que nos abarca a todos los que escribimos poesía "es mi corazón un gran molusco que arde" gracias. ❤️🦋 Graciela Ballesteros
ResponderEliminarMuy buenos todos! La poesía de Diego, buenísima!
ResponderEliminargracias, Gus, parabéns!
ResponderEliminarHermoso trabajo!
Abrazo grande.
Excelente selección, querido Demetrio!
ResponderEliminargracias, Eleonora, abrazo
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